En la madrugada de este lunes, una historia de compromiso y humanidad se escribió en Caucete, cuando efectivos de la Comisaría 9.ª asistieron a una joven madre durante el nacimiento de su hija. La rápida intervención de las cabo Mariana Gómez y Cintia Ruarte, junto al agente Cristian Ochoa, convirtió una situación crítica en un final feliz para una familia caucetera.

El hecho ocurrió en Finca Pringles, en calle Oviedo entre Caseros y Salta. Cerca de las 2:30, un llamado al 911 alertó sobre una mujer de 24 años en trabajo de parto avanzado. En minutos, los efectivos policiales llegaron al lugar y fueron recibidos por la pareja de la joven, quien confirmó que cursaba la semana 39 de embarazo.

Los uniformados ingresaron a la vivienda y encontraron a la madre con contracciones fuertes. En contacto permanente con la línea 107 de emergencias médicas, siguieron al pie de la letra las indicaciones del operador para asistir el parto de forma segura. Tras unos minutos de tensión y dedicación, la mujer dio a luz a una bebé de sexo femenino, que fue llamada Laila Olivia.

Poco después, arribó la ambulancia interna 114, que trasladó a la madre y la recién nacida al Hospital César Aguilar. Allí, la médica de guardia confirmó que ambas se encontraban en perfecto estado de salud. La pequeña Laila Olivia pesó 3,320 kilos y quedó en observación junto a su mamá, para un control preventivo.

Desde la Secretaría de Seguridad destacaron la profesionalidad y vocación de servicio del personal policial, que no dudó en actuar con rapidez para garantizar el bienestar de la madre y su hija. Este episodio resalta el valor de quienes, más allá de su función, cumplen un rol esencial como servidores públicos en momentos críticos.