Un artesano del sonido, de San Juan al mundo
“Tu nombre me suena”, una frase típica de San Juan que a menudo decimos cuando creemos conocer a alguna persona o la asociamos a algún lugar. Pero podríamos implementarla para mencionar a Daniel Molina, un destacado técnico de sonido (o sonidista como se dice en Argentina) que está cosechando un importante éxito en España, pero no olvida sus raíces y la tierra que lo vio nacer.
Dice que tuvo la suerte de emigrar al viejo continente “por elección” y no “por necesidad”. Dejó su lugar de pertenencia en el 2000 y hasta el día de hoy le cuesta estar lejos de su tierra natal.
“Siempre se extraña un poco, cuando lo ves desde lejos, se extraña Argentina”, dijo Molina, en comunicación telefónica, desde España, quien actualmente se dedica a hacer sonido y registro de voces para producciones audiovisuales. Su fuerte es el cine y la televisión.
Contó que hizo tres películas, de las cuales solo una se ha estrenado hasta el momento que es “El Rey” que narra la vida del rey de España Juan Carlos I, padre del actual rey Felipe. También trabajó para la serie “Los hombres de Paco”.
Si bien Daniel Molina se fue a España para perfeccionarse, reconoce que en Argentina “los técnicos de sonido son muy buenos”, pero la industria de este rubro “no es tan grande”
“Estuve la suerte de trabajar con Fabián Munne, un técnico de sonido muy importante en Argentina, y cuando trabajé con él, me interesó mucho esto. Básicamente yo no me iba a dedicar al sonido, fue una cuestión de suerte”, aseguró.
Molina estudió Cine y Televisión en Córdoba y gracias a su hermana tuvo la oportunidad de conocer un técnico de sonido en Buenos Aires, quien lo apadrinó y le dio la posibilidad de trabajar en su empresa. Ahí fue cuando conoció a Fabián Munne, quien le abrió caminos en el sonido y ahí surgió la pasión por su trabajo.
“Después de dos años trabajando con él tuve la oportunidad de hacer «Expedición Robinson», un programa de televisión que se hizo en Argentina y nosotros hicimos una versión para España. “Esto me dio la posibilidad de conocer algunos españoles y me interesó mucho el país, pero sin tener mucho conocimiento de la industria del lugar y me fui directamente; con la suerte de que la empresa con la que trabajaba estaba abriendo una sucursal en Madrid. Entonces, pude viajar, salir de Argentina, conocer otros sitios y a la vez seguir trabajando en sonido. Mi situación ha sido bastante cómoda, porque fui ya prácticamente con trabajo”.
Pero el trabajo del sonidista no solo tiene que ver con lo técnico (aunque el nombre de su profesión así lo refiere) sino que además es el generador de emociones que despierta cada producción audiovisual.
“Si bien el sonido es un medio “audiovisual”, sería más un medio “visual-audio”. En una película, el sonido es muy importante y muchas veces lo que hace es meterte en el ambiente que, según la historia que quieras contar, te puede llevar hacia un lado o hacia otro. Te puede transformar una escena muy triste en muy alegre o al revés, o te puede arruinar una cosa muy bonita o te la puede realzar. Soy consciente de la importancia del sonido en la industria, aun así, hay que tener en cuenta que es un 50-50: es importante pero no es lo único”, detalló Daniel Molina.
En cambio, explicó que en el caso de la radio es básicamente “el medio de transmisión” pero en un audiovisual tiene que estar muy ligado a lo visual”.
Merecido reconocimiento
Daniel destacó el reconocimiento que se le está otorgando a la figura del sonidista en los festivales internacionales de cine, al igual que lugar que corresponde en premiaciones.
“Esto es bastante reciente, se ha ido incorporando de a poco en muchos festivales, tanto en Argentina como en España, antes era una categoría que no se premiaba y ahora sí. Creo que es porque la gente es más consciente ya que puede escuchar las series y las películas en su casa con mejores aparatos, de mejor calidad, entonces se percibe que hay un buen sonido”.
De esta forma, este sanjuanino triunfa en España, llevando el arte del sonido, de San Juan al mundo. Aplausos y gracias por darnos este orgullo.