
Cada año, el Día Mundial de la Lepra , instalado por el humanitario francés Raoul Follereau , rinde homenaje al legado de Mahatma Gandhi , quien dedicó gran parte de su vida a trabajar con personas afectadas por esta enfermedad. Celebrado a finales de enero, coincide con la fecha en que Gandhi falleció en 1948, simbolizando su compromiso humanitario.
Con más de 200.000 nuevos casos diagnosticados anualmente , y millones de personas enfrentando las secuelas de un tratamiento tardío, este día busca no solo crear conciencia sobre los signos y síntomas de la lepra, sino también abordar el estigma que persiste alrededor de la enfermedad.
La detección temprana y la terapia multidrogas son clave para eliminar la capacidad de transmisión del patógeno. Este tratamiento, distribuido gratuitamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) , utiliza una combinación de rifampicina, dapsona y clofazimina para combatir la bacteria y frenar la propagación.
¿Cómo se transmite?
La lepra no es altamente contagiosa. Su transmisión ocurre principalmente a través de secreciones respiratorias de personas infectadas sin tratamiento. El contacto con lesiones cutáneas o la exposición a animales como armadillos y ardillas rojas puede ser una vía de contagio, aunque su papel sea limitado. Además, la inmunidad innata de la mayoría de las personas evita el desarrollo de síntomas.
En el Día Mundial de la Lepra, es esencial reflexionar sobre la importancia de la detección temprana , el tratamiento adecuado y el esfuerzo colectivo para eliminar el estigma que afecta a quienes padecen esta enfermedad. Con recursos y educación, podemos avanzar hacia un futuro en el que la transmisión de la lepra sea historia.
Los síntomas son:
- Manchas hipopigmentadas o rojizas: Áreas de piel más claras o rojizas que pueden ser planas o levemente elevadas.
- Pérdida de sensibilidad: Las lesiones suelen estar acompañadas de pérdida parcial o total de la sensación al tacto, dolor, calor o frío.
- Engrosamiento o nódulos cutáneos: En algunos casos avanzados, las lesiones pueden progresar a nódulos prominentes.
- Engrosamiento nervioso palpable: Los nervios periféricos, como el cubital, el tibial posterior o el nervio auricular mayor, pueden estar engrosados.
- Debilidad muscular: Esto puede llevar a deformidades visibles, como la mano en garra o el pie caído.
- Dolor o sensación de ardor: Ocasionalmente, los nervios afectados generan dolor antes de perder sensibilidad.
- Compromiso ocular y de mucosas: Se puede generar inflamación de la córnea o úlceras corneales, que pueden resultar en ceguera si no se tratan. Es común la congestión nasal crónica, ulceraciones y, en casos graves, daño al tabique nasal.
En casos no tratados, la lepra puede provocar deformidades físicas y discapacidades avanzadas.