La Suprema Corte de Turks and Caicos, el paraíso donde Daniel Muñoz invirtió parte de la fortuna ilegal que consiguió mientras era secretario de Néstor Kirchner, embargó e inmovilizó la propiedad frente al mar cuyo valor estimado supera los 30 millones de dólares.
En una de las derivaciones el caso judicial que se inició a partir de las anotaciones del chofer Oscar Centeno se logró determinar que Muñoz –receptor primario de los bolsos repletos de dinero provenientes de coimas– había hecho inversiones en el exterior. Se había seguido la ruta del dinero hasta la compra de propiedades en Estados Unidos. Luego había pocas pistas de hacia dónde había ido la millonaria suma en dólares que después de muerte de Muñoz fue manejada por su viuda Carolina Pochetti y otras personas.
Carlos Gellert, primo de Pochetti, fue el primer arrepentido de la derivación del caso Cuadernos que confesó que parte de los millones que Muñoz obtuvo gracias a la corrupción durante kirchnerismo estaba en Turks and Caicos. Gellert había declarado ante los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo que una importante inversión se había realizado en el archipiélago y dio detalles de la operación.