El consumo fantasma es el gasto de energía de los aparatos eléctricos que, aunque no están en uso activo, siguen consumiendo electricidad al permanecer conectados a la red. Este fenómeno ocurre en dispositivos que mantienen funciones como relojes internos, luces indicadoras o la capacidad de encenderse rápidamente mediante controles remotos.

¿Qué aparatos generan consumo fantasma?
Muchos electrodomésticos y dispositivos electrónicos en el hogar son responsables de este gasto silencioso:

🔹 Televisores y consolas de videojuegos: Aunque están en «modo espera», siguen consumiendo energía para encenderse rápidamente y actualizarse en segundo plano.

🔹 Cargadores de teléfonos móviles: Dejarlos enchufados sin el dispositivo conectado genera un consumo continuo, aunque leve.

🔹 Microondas y hornos con reloj digital: Utilizan energía constante para mantener funciones como la visualización de la hora o la memoria de programación.

🔹 Equipos de sonido y sistemas de entretenimiento: Permanecen en «stand-by» para activarse más rápido, lo que implica un gasto constante de electricidad.

🔹 Ordenadores y monitores: Aún apagados, pueden seguir conectados a la corriente para permitir la activación remota o recibir actualizaciones automáticas.

🔹 Routers y decodificadores de TV: Operan 24/7 para mantener la conexión activa, lo que representa un consumo continuo.

Si bien el consumo individual de cada dispositivo en modo «stand-by» es bajo, la suma de todos los aparatos conectados puede ser significativa. Se estima que un hogar promedio consume alrededor de 300 kWh al año debido al consumo fantasma, lo que equivale al uso anual de una nevera eficiente.

¿Cómo reducir el consumo fantasma?
Para minimizar este gasto innecesario, se pueden aplicar las siguientes prácticas:

✔ Desenchufar los dispositivos cuando no se usen. Es la forma más efectiva de eliminar el consumo fantasma.

✔ Usar regletas con interruptores, que permiten apagar varios aparatos al mismo tiempo.

✔ Elegir electrodomésticos eficientes, priorizando modelos con etiquetas de eficiencia energética.

✔ Instalar enchufes inteligentes, que pueden programarse para cortar la energía en horarios específicos o detectar el no uso de un dispositivo.

Aunque el impacto de estas acciones no se note de inmediato, su aplicación a gran escala en los hogares podría reducir significativamente la demanda eléctrica, con beneficios tanto económicos como ambientales.